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Preguntas frecuentes acerca de la alergia

El Dr. Guillermo Angeles Fernandes, Alergólogo e Inmunólogo especialista, a preparado esta sección especialmente para responder a algunas de las preguntas e inquietudes más frecuentes de los pacientes.

 

Es una reacción anormal de nuestro cuerpo debido a que responde de forma exagerada cuando entra en contacto con una sustancia proveniente del exterior, a la cual normalmente los demás individuos no reaccionan. Esta sustancia se llama alérgeno.

Los alérgenos son sustancias comunes e habitualmente inocuas para la mayoría de las personas, como el polen, las esporas de mohos, la caspa de animales, los ácaros del polvo doméstico, los alimentos, los venenos de insectos y los medicamentos. Los alérgenos provocan estornudos, tos en brotes, silbidos al respirar y otros síntomas según la puerta de entrada y el tipo de alérgeno.

Es un término usado por los médicos para describir las etapas por las que atraviesa un niño alérgico. Se ha observado que los niños pequeños con herencia de alergia comienzan a manifestar su alergia en la piel (dermatitis atópica) luego aparecen síntomas en la nariz (rinitis alérgica) o alergia alimentaria y por último podrían llegar a ser asmáticos. Lo importante de esto es que el médico o el padre de un niño que comience a tener problemas en la piel desde pequeño podrían anticiparse al desarrollo de nuevas enfermedades alérgicas si se toman medidas adecuadas desde una corta edad.

En pacientes alérgicos se produce un anticuerpo en sangre llamado Inmunoglobulina E ó IgE en cantidades mucho mayores de lo normal, estos anticuerpos son los responsables de los síntomas alérgicos. Al entrar en contacto una sustancia causante de alergia con el cuerpo, ya sea inhalada, tragada, en contacto con la piel, estos anticuerpos captan esta sustancia y activan células en nuestro cuerpo que liberan una serie de mediadores en la sangre (como la histamina) que van a diferentes órganos y causan los diferentes síntomas como; ronchas en la piel, irritación de la nariz con estornudos y moco, comezón y ojos rojos ó tos y falta de aire.

Sí, aunque es más habitual que aparezca en la infancia o alrededor de los 20 años de edad cuando la enfermedad muestra mayor virulencia. También depende del tipo de alergia, ya que las alimentarias afectan más frecuentemente a los niños y las ocupacionales (o relacionadas con el trabajo) a los adultos.

La herencia genética tiene mucho que decir ante esto, ya que las alergias se pueden transmitir de padres a hijos aunque esto no significa que todos los hijos cuyos padres sean alérgicos padecerán esta enfermedad. Los estudios científicos han demostrado que si dentro de una pareja uno de los padres es alérgico el niño tendrá un riesgo aproximado de 30-40% de ser alérgico. Si ambos padres son alérgicos, las posibilidades que su hijo sea alérgico es más de  un 80%, lo que indica que la herencia juega un rol importante en la alergia. En los últimos años se le ha atribuido a la contaminación ambiental y la herencia los causantes del aumento de las alergias a nivel mundial, llegando a alcanzar hasta el 40% de la población mundial afectada por alguna alergia.

Los resfríos y las alergias pueden compartir muchos de los mismos síntomas.  Pero son afecciones muy diferentes con diferentes causas — y cada una requiere diferente tratamiento.

Pero mientras que el resfriado común es una enfermedad infecciosa producida por un virus, la alergia es una respuesta anormal del sistema inmunológico ante la exposición a un alérgeno (polen, ácaros, caspa, pelo o secreciones de animales, etc.). La rinitis o rinoconjuntivitis alérgica, también conocida como “fiebre del heno”, es una de sus manifestaciones más comunes.

Enfermedad pulmonar con obstrucción (reversible), inflamación y especial sensibilidad frente a estímulos internos y externos (hiperreactividad bronquial). Cursa con tos prolongada, dificultad respiratoria (disnea), pitidos (sibilancias) y sensación de opresión en el pecho. Los síntomas son más frecuentes de noche, madrugada o en la mañana, o con el ejercicio.

Ambos problemas tienen relación. Los alérgenos, como el polen o la alternaria, afectan y mucho a los pacientes asmáticos porque no sólo son una de las principales causas de asma, sino que también son uno de los desencadenantes más frecuentes de crisis de asma entre las personas afectadas por esta enfermedad.

Las alergias alimentarias y las intolerancias alimentarias pueden cursar con síntomas similares, pero se trata de dos afecciones que difieren considerablemente entre sí.

Alergias: interviene el sistema inmunológico frente a un componente del alimento. Los síntomas más frecuentes son: urticaria, hinchazón de labios y párpados, vómitos, diarrea, asma. Un ejemplo puede ser la alergia al huevo, la leche, frutos secos etc.

Intolerancias:
el organismo no puede asimilar correctamente un alimento o uno de sus componentes. No interviene el sistema inmune. Síntomas más característicos son: náuseas, diarrea, dolor abdominal. Se pueden consumir pequeñas cantidades del alimento sin que se den síntomas. Uno de los ejemplos más característico es la intolerancia a la lactosa por déficit de la enzima que se encarga de digerirla (lactasa). 

La alergia al pescado y el anisakis son dos cosas diferentes, aunque tienen un punto en común: el pescado. La alergia al pescado es un tipo de alergia alimentaria que se produce cuando el cuerpo está en contacto con el alimento y, posteriormente, se generan anticuerpos contra el pescado en una siguiente exposición. Por el contrario, el Anisakis Simplex es un parásito que infecta al pescado, y la alergia al anisakis  es una alergia a ese parásito concreto.

Si. Después de diagnosticar alguna enfermedad alérgica el especialista deberá realizar pruebas en piel o pruebas cutáneas con diferentes sustancias conocidas por causar alergias (pólenes de flores, pastos y árboles, pelo de animales, ácaro del polvo, humedad de la casa, alimentos, etc.) y en 20 minutos usted podrá saber cuál es la causa de su alergia. 

Los dos métodos principales empleados en el diagnóstico de la enfermedad alérgica son los tests “in vivo” e “in vitro”.

El test “in vitro” es un análisis de sangre con el objetivo de detectar las inmunoglobulinas E específicas (anticuerpos que intervienen en la reacción alérgica) del alérgeno o de los alérgenos sospechosos de causar la alergia.

El tests “in vivo” se realiza depositando una gota del alérgeno sospechoso sobre la piel del paciente y sobre cada gota se realiza una presión con una lanceta. Si en el lugar en el que se ha depositado el alérgeno aparece una reacción cutánea en forma de habón, significa que el paciente reacciona al alérgeno y que éste puede ser el responsable de determinados síntomas.

Otra prueba cutánea es la prueba del parche: se coloca en una zona sana del cuerpo (espalda o cara anterior del antebrazo) un parche con la sustancia a estudiar, se mantiene 48 horas y se interpreta a las 72 horas. Es idónea para el estudio de la dermatitis de contacto.

Después de realizar las pruebas y ver las alergias de ese paciente, el especialista considerará el tratamiento posterior. Pero en general, si el alérgeno se puede evitar se dan medidas para esto (eliminar polvo y humedad de la casa, sacar los animales si se es alérgico a ellos, etc) si no es posible eliminarlos por estar en el medio ambiente (pólenes de pastos o árboles, flores) y si la enfermedad lo amerita el alergólogo, además de los medicamentos adecuados para cada enfermedad, podrá indicar la vacunación para alergias.

Este tratamiento conocido como inmunoterapia consiste en administrarle al paciente en forma creciente aquellas sustancias a las cuales resulto alérgico en las pruebas cutáneas. El tiempo de tratamiento causal con inmunoterapia es 3 a 5 años, siendo este el único tratamiento capaz de cambiar el curso natural de la enfermedad alérgica,  mejorando significativamente o curando definitivamente una alergia.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) la inmunoterapia o vacuna para la alergia, es el único tratamiento que puede modificar el curso natural de las enfermedades alérgicas, y también puede impedir además el desarrollo de asma en los pacientes con rinitis alérgica y viceversa. Las enfermedades alérgicas, aunque no todas, tienen un alto grado de curación siempre y cuando se empleen las medidas que evitación  o reducción de la exposición a los alérgeno/s y se siga un tratamiento específico adecuado.

Lo primero es acudir a un especialista en alergia para que le pueda realizar un diagnóstico preciso de su alergia. Él le podrá informar sobre las medidas de prevención ambiental y dar un tratamiento adecuado en función del tipo de alergia que usted padezca. Una vez conocida la causa de la alergia, existen numerosas medidas para mejorar, aliviar y/o prevenir la enfermedad según el alérgeno causante.

Para contribuir a  controlar las alergias es necesario:

Primero es saber a qué se es alérgico. Su alergólogo le ayudará a diagnosticarlo.

Disminuir la cantidad de alérgenos de su entorno con medidas sencillas y algunas recomendaciones de prevención en casa.

Realizar el tratamiento recomendado por su alergólogo. Cumplir las indicaciones de medicación cuando sea necesario. Su especialista en alergia trabajará con usted para decidir qué medicación es más adecuada y en qué situaciones es necesaria utilizar.

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